We Tripantu en Instituto San Lorenzo

INSTITUTO SAN LORENZO
HUMANISMO – CIENCIA – CULTURA
PROMOVIENDO UNA ACTITUD EMPRENDEDORA
2000 – 2009

Küme ayiukonpape tüfachi we-tripantu

En la cosmovisión de los pueblos originarios We Tripantu corresponde a su Año Nuevo, que es el rito anual en  que se exalta la renovación y equilibrio de la naturaleza.

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El solsticio de invierno que se produce entre el 20 y 24 de junio-  es considerado por los pueblos indígenas como un renacer. Es el período del año en que toda la naturaleza y los seres humanos al saberse parte de la naturaleza- se renuevan. Pronto, los brotes emergerán desde la tierra, los animales cambiarán su pelaje y el agua de los ríos se nutrirá de lluvias y deshielos. Este momento es visualizado como el tiempo en que el sol emprende su camino de regreso a la Tierra, trayendo consigo todas las energías y el esplendor de un nuevo ciclo de vida.

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La víspera del solsticio (23 de junio) es la noche más larga del año, en esta ocasión los pueblos originarios se preparan para esperar en comunidad el momento en que las fuerzas cósmicas están en todo su apogeo. Las familias se congregan junto al fogón o en anümka,, ramadas de foye canelo y kila) para transmitir sus tradiciones, contar epew  (cuentos), beber mudai (chicha de trigo); se juega palín (chueca) y al amanecer se hace un nguillatún como ceremonia sagrada de agradecimiento a la fuerza creadora y por el regreso del sol que viene a fecundar la Tierra.

Porque somos conscientes del gran aporte de nuestras raíces y porque no queremos que se pierda  su historia, sus tradiciones y la sabiduría de nuestros antepasados, nos congregamos alrededor de  la luz ardiente y acogedora de un gran fogón, cuyos destellos dejaban ver cautivadores platos de greda con las delicias gastronómicas que reposaban en la corteza de un tronco, como improvisadas mesas de un pasado legendario.

Luego, con la absoluta certeza de que no hay futuro sin historia, rememorando la religiosidad y el sentido ecológico  de estos pueblos, procedimos a plantar un canelo árbol sagrado de  los mapuches- en el lugar en que año a año honraremos la memoria de nuestros pueblos originarios.

¡Feliz Año Nuevo! ¡Que el sol y la Tierra nos regalen siempre sus dones!

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